"The Celtics are not a basketball team, they're a way of life"

Una victoria inesperada

Fuente: solobasket
Autor: Javier Torrecilla

14 de Marzo de 2008

Boston Celtics, 1969

Un año antes, los Celtics habían recuperado el título de la NBA, lo que suponía el décimo de la era Russell. Para muchos el que iba a ser el último. Bill Russell, jugador-entrenador del equipo y el eje del mismo tenía ya 36 años y empezaba a notarse su decadencia. De hecho había anunciado su retirada como jugador al final de la campaña 68/69. Misma edad tenía Sam Jones, que por primera vez en varios años no era el máximo anotador de los verdes. Otro clásico, Tom Satch Sanders no era tampoco un crío.

Pese a que John Havlicek ya era uno de los mejores aleros de la liga y pese a contar con otro buen jugador como Bailey Howell, la veteranía del equipo parecía un lastre demasiado pesado como para repetir, una vez más, título, pero no era el único. Sobre todo porque los Lakers, finalistas el año anterior, habían unido a su sempiterna pareja West-Baylor a nada menos que Wilt Chamberlain. Eran, sin duda los favoritos para hacerse, tras tantas y tantas derrotas, con el anillo.

La temporada regular confirmó los peores augurios para los Celtics: sólo 48 victorias y claramente superados por dos potencias emergentes como Baltimore y New York. Nadie apostaba por ellos para ganar la NBA, ni siquiera cuando tirando de veteranía se deshicieron de Philadelphia y New York en los play-offs del Este.

Las finales parecían de un claro color púrpura y oro, pero los Celtics, con un gran Havlicek, contrarrestando a un majestuoso Jerry West, consiguieron hacerse fuertes en casa, tras perder los dos primeros partidos en Los Angeles. Los Lakers pudieron ponerse 3-1 en el cuarto partido, pero una increíble canasta de Sam Jones sobre la bocina empató la eliminatoria.

Tras dos nuevas victorias locales, llegamos al séptimo partido, algo que no se contemplaba antes de empezar la serie. Sorprendentemente, Boston dominó desde el principio el partido. Los Lakers redujeron las diferencias en el último cuarto pero un afortunado tiro de Don Nelson, abortó la remontada angelina.

Un nuevo título para los de Massachussets. A Bill Russell ya no le cabía este nuevo anillo en las manos, pero siempre ha reconocido que es el título del que más orgulloso se siente. Qué mejor forma de poner punto final a su increíble carrera.

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